martes, 19 de junio de 2012

Escribo para perder el tiempo

Que otros escritores se ocupen de redactar largos manifiestos y excusas sobre la escritura; yo escribo porque en este momento sólo me queda esperar el angustiante "final de juego" que se esconde al primer timbrazo del portero eléctrico y que significa -ni más ni menos-que la llegada del agotamiento prematuro y la orgiástica desintegración de unos labios morados.
Bah, vivir, morir, todo eso.
Y en esa confusión, todos se olvidan-o no-que hay que poner el pecho a las balas, que las estaciones vienen y van como un tíovivo, que la guita no alcanza, que sale más caro la yerba que un plasma-
!Santo Néstor, patrono de los revolucionarios, espero la trompeta del ángel entonando tu marcha kirchnerista para poder vivir-al menos en los cielos-la justicia social!
Son muchos los que se esconden pero pocos los que se plantan con la facha de buitre para birlarte la mina o los morlacos y dentro de esos otarios atorrantes, los hay que te duermen con un fierrazo y los que te duermen con promesas, promesas, promesas.
Por eso, yo escribo para los muchos que no se amilanan con cantitos de cancha, sino que destilan bravura en sus pupilas abismales.
Cuánto pesa el aguante!

La vida es una fiesta, esta, esta